
El comandante Charlie Hobaugh y el piloto Barry Wilmore condujeron la nave de 93 toneladas en una serie de vaivenes laterales que ayudaron a disminuir la velocidad del Atlantis desde que irrumpió en la atmósfera a unos 5.000 kilómetros por hora hasta el aterrizaje con vientos de frente de 25 nudos en la pista 33 de la terminal en el sur de Florida.
El Atlantis, que tocó pista a las 14:44 GMT, trajo de retorno a la Tierra a la astronauta Nicole Stott, quien pasó 87 días en la EEI. "Fue realmente triste dejar la estación y a mis tres compañeros de tripulación, pero aquí vengo con otro grupo de amigos que son, realmente, muy buenos, y vuelvo a casa a ver a mi familia", dijo antes del aterrizaje Stott, la primera madre que ha permanecido por un período prolongado en la EEI.
Junto con Hobaugh, Wilmore y Stott regresaron los especialistas de misión Michael Foreman, Leland Melvin, Randy Bresnik y Robert Satcher. La misión del Atlantis -7,25 millones de kilómetros en 171 órbitas- incluyó tres jornadas de labores extravehiculares y más de seis días en la EEI, adonde el transbordador llevó más de 14 toneladas de suministros y equipos.
Ésta fue la trigésimo primera y penúltima misión espacial del Atlantis que, junto con los transbordadores Discovery y Endeavour, quedará fuera de servicio en el próximo año. Los otros dos transbordadores en la flotilla de naves reutilizables que la agencia espacial estadounidense NASA estrenó en 1981 fueron el Challenger, destruido en una explosión al partir en 1986, y el Columbia, que estalló y se desintegró al retornar a la atmósfera en 2003.
Las catástrofes costaron la vida a 14 astronautas. En total los transbordadores han completado 129 misiones orbitales y 31 de ellas han servido para llevar partes, equipos, suministros y astronautas a la EEI, un proyecto de 100.000 millones de dólares en el cual participan 16 naciones.
El martes pasado el astronauta Frank De Winne, de la Agencia Espacial Europea, pasó el mando de la EEI al estadounidense Jeff Williams. De Winne y los ingenieros de vuelo Roman Romarenko y Robet Thirsk, que forman parte de la vigésimoprimera tripulación del puesto que orbita a unos 27.000 kilómetros por hora, retornarán a la Tierra el 30 de noviembre en una cápsula rusa Soyuz.
Williams y el ingeniero de vuelo Maxim Suraev formarán la vigésimosegunda tripulación de la EEI hasta que lleguen otros tres astronautas que viajarán a la estación el 22 de diciembre en una nave rusa. El Atlantis llevó a la EEI toda la carga que es capaz de acarrear con la intención de que la estación quede abastecida antes de que todos los transbordadores queden fuera de servicio.
Entre los repuestos llevados a la estación se cuentan grandes giroscopios, tanques y bombas, un depósito de amoníaco, y repuestos de reserva para el brazo robótico y otros sistemas del puesto orbital.
Entre su segunda y tercera jornada de labor extravehicular Bresnik recibió la noticia del nacimiento de su hija Abigail Mae. La madre, Rebecca, dio a luz en Houston pocas horas después de que el padre completara su primera labor flotando en el espacio.
Vía: lavanguardia.com
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