
La Z1 era una calculadora mecánica binaria operada con electricidad y que ocupaba una mesa entera, bastante grande por cierto. Los datos los recibía de cintas perforadas, y aunque no permitía un lenguaje de programación tal y como lo entendemos hoy, la Z1 fue la primera máquina programable de la historia.
Con el paso de los años, Konrad Zuse también fabricó las Z2, Z3 y hasta la Z4 en 1950, máquinas bastante más avanzadas pero igualmente poco avanzadas en cuanto al lenguaje de programación (Zuse creó teóricamente el suyo propio llamado Plankalkül pero que jamás llegó a implementar y probar).
La imagen de arriba pertenece a la Z1, y junto a esta podeis ver otras muchas imágenes más en esta web. Siempre está bien echar un vistazo a nuestro futuro pasado, ¿verdad?.
Via: Digg
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